Las primeras aplicaciones del
procesamiento del lenguaje natural surgieron entre los años 1940 y 1960,
teniendo como interés fundamental la traducción automática de textos entre
diferentes idiomas. Los primeros experimentos en este mundo se interpretaban
principalmente en la sustitución automática de cada palabra por palabra, por lo
que se obtenían traducciones muy primitivas y básicas, que no otorgaban unos resultados muy claros.
Surgió para resolver las necesidades de
resolver ambigüedades sintácticas y semánticas, así como la importancia de
considerar la información contextual. Los
principales problemas de esta época era la carencia de un orden de la
estructura oracional en algunas lenguas, y la dificultad para obtener una
representación tanto sintáctica como semántica
Hacia los setenta la influencia de los
trabajos en inteligencia artificial
fue decisiva, centrando su interés en la representación del significado. Como
resultado se construyó el primer sistema de preguntas-respuestas basado en
lenguaje natural. En esta misma época surge la máquina Eliza, que reproducía las habilidades conversacionales de un
psicólogo, para lo cual recogía patrones de información de las respuestas del
cliente y elaboraba preguntas que simulaban una entrevista.
En Europa surgieron intereses en la
elaboración de programas para la traducción automática, y se creó el proyecto
de investigación Eurotra, que tenía como finalidad la
traducción multilingüe.
Los últimos años se caracterizan por la
incorporación de técnicas estadísticas y el desarrollo de formalismos adecuados
para el tratamiento de la información léxica. Se ha introducido nuevas técnicas
de representación del conocimiento muy cercanas a la inteligencia artificial, y
las técnicas de procesamiento utilizadas por investigadores procedentes del
área de la lingüística e informática son cada vez más próximas.
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